En la época posterior a la 2ª Guerra Mundial donde se había impuesto el bombardero de gran altura primaba en los constructores de aviones la necesidad del interceptor de alta cota.
El Mirage nacido en ese concepto fue el avión de mayor éxito en Europa Occidental constituyendo la espina dorsal del sistema de defensa francés por su simplicidad, confiabilidad y alto desempeño. El ala delta era daba ventajas sobre las recta y flecha en regímenes transónicos.
La intercepción del bombardero en altura era el criterio de uso en 1973 cuando me encargaron el cuadro desde la Base Moreno donde estaban operando.
Me imaginé la intercepción de incursores en un vuelo a gran altura detenidos por los misiles Matra 530 de los Mirages III .
En el cuadro el N° 1 ya derribó su blanco, el N°2 está lanzando el poderoso misil y el N°3 va en busca del otro incursor. El cuadro representa la situación hipotética de defensa de la capital de Argentina, misión que les estaba encomendada.