8 de junio de 1982.
El Ejército Inglés había permanecido en las Islas Georgias durante la Batalla de San Carlos y no conocía a la Fuerza Aérea Argentina. Arribaron a San Carlos cuando las tropas de la Royal Navy estaban llegando a las defensas de Puerto Argentino. Su jefe, el General Wilson, apurado para que el Ejército Inglés esté presente en el asalto final, solicitó el traslado de sus unidades en dos buques logísticos a Bahía Agradable. Apenas avisada la FAA de la presencia de los buques en un lugar tan descubierto y tan cercano a Puerto Argentino, ordenó la salida inmediata de dos escuadrillas de caza-bombarderos.
Los aviones de los dos jefes de las escuadrillas no pudieron re-abastecerse de combustible en vuelo desde el KC-130 por formación de hielo en sus sistemas y tuvieron que volver. En ese momento se produce la famosa frase del Capitán Carballo:
– “Hágase cargo, Cachón, y llévelos a la Gloria” y el 1er Teniente estrenó el cargo de Jefe de escuadrilla por vez primera en plena guerra.
Llegan rasantes a la zona ordenada, Bahía Fitz Roy, y no ven ninguna nave, pero el numeral 5, por formar más arriba en el vuelo a baja altura, puede ver los buques en la bahía a su derecha. En viraje a la derecha, Cachón ataca desde el Este con dos numerales al Sir Galahad, y con 3 segundos de intervalo los dos numerales restantes al Sir Tristam. El Jefe inglés del 1er buque no había querido desembarcar de inmediato sus hombres por estar la segunda nave descargando munición. El Gala-had tenía todo un regimiento a bordo en ese momento, disfrutando de la calefacción del buque. Las 3 bombas del guía penetraron profundamente en el Galahad explotando en la sala de máquinas y en cubierta, al numeral dos no le salieron y las del número tres salieron rebotando en el agua. La segunda sección impactó con dos bombas al Sir Tristam.
El día era claro y soleado, no hubo reacción de la artillería antiaérea debido a que la sorpresa fue total. La bomba que hizo “patito” en el agua y pasó sobre el buque, explota en la playa en medio de la carga y el personal desembarcados. Los ingleses veían en Londres por TV las crudas imágenes consecuentes de este ataque.
Elegí este tema porque es el que más impactó a los ingleses y al mundo, y demostró lo que pueden hacer los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina con aviones de 25 años de antigüedad, piezas de museo para el país que los construyó. En EEUU estaban en el Museo Smithsonian y aquí los pilotos argentinos le estaban peleando con ellos a la tercera flota del mundo y ocasionándoles daños como éste.
Este cuadro es un homenaje a nuestra aviación que asombró al mundo y que supo equilibrar con el valor y el esfuerzo de sus hombres la enorme diferencia tecnológica y de medios existentes con el enemigo. La FAA no perdió su guerra.
Dice el Almirante Sandy Woodward en sus memorias: “Fue un final de bandera verde, cabeza a cabeza entre la Royal Navy y la Fuerza Aérea Argentina”. Cuando le pidieron que trajera el portaaviones a Puerto Argentino para sumarse a los festejos por la rendición de la plaza, se negó diciendo que el que se había rendido era Menéndez y que la Fuerza Aérea no estaba rendida, y que si él ponía el portaaviones al alcance de sus caza-bombarderos, éstos lo iban a poner enseguida patas para arriba e iban a tener que empezar todo de nuevo. Hasta que no haya un reconocimiento formal de cese del fuego por la Argentina su flota no iba a entrar en el radio de acción de los aviones argentinos